El boom de la cocina venezolana en el exterior

·

3 min read

La crisis en Venezuela no solo ha traído como consecuencia un cambio (involución, dirían algunos ante el horror de la RAE) de los hábitos alimenticios del venezolano: arepas de plátano o yuca, en lugar de las tradicionales de harina de maíz, "carne" mechada hecha con la concha del plátano y el hecho, menos folklórico y mucho más dramático, de la disminución de la cantidad y calidad de los alimentos que ingerimos. En el exterior, sin embargo, hay todo un boom, la diáspora venezolana ha hecho que nuestros sabores sean reconocidos, y hasta premiados.

Muchas emigrantes confiesan que lo que más extrañan de su país, luego de sus familiares, es la comida, por lo que es normal que uno de los primeros puntos de su agenda y una de las peticiones más frecuentes en los foros de inmigrantes es preguntar dónde comprar Harina Pan. Tristemente para los que aún quedamos en Venezuela, resulta que en el exterior es mucho más sencillo conseguir Harina Pan que en nuestro país. Aún así, hay elementos claves de nuestra cocina, como el ají dulce y las hojas de plátano para las hallacas, para los que hay que hacer una búsqueda más intensiva y hasta pedir de peaje a aquellos amigos que van de visita "Tú te puedes quedar todo el tiempo que quieras, sabes que ésta es tu casa, pero, por favor, tráeme unos ajicitos y dos laticas de Pirulín".

No siempre se consigue exactamente lo que uno quiere, por lo que comienza el ejercicio de sustituir los sabores conocidos por otros más o menos similares: el ají dulce por el ají africano, el queso blanco por queso Feta o queso fresco mexicano, el queso guayanés por… no, no hay nada en este mundo que sustituya al queso guayanés.

La arepa, por su parte, luego de haber sido nombrada por Thrillist como "el mejor desayuno del mundo" disfruta de una creciente popularidad en todo el mundo, haciendo que, hasta en Australia, Nicole Kidman se rinda a sus encantos. Muchos profesionales de la gastronomía, y algún que otro aficionado, han abierto pequeños locales y food trucks en diferentes ciudades del mundo, adaptando la arepa a los gustos locales y complaciendo a los venezolanos nostálgicos en busca de sabores propios. Buena parte de esta aceptación de nuestro plato típico radica en que no tiene gluten, haciéndolo apto para aquellos que restringen este componente de su dieta por indicación médica o por simple moda.

El arepazo venezolano, Cartagena

Las hamburguesas y perros calientes venezolanos también tienen su público, inclusive en Estados Unidos, considerado la cuna de estos íconos de la comida rápida. Prueba de ello es el premio al mejor "hot dog" al "food truck" Santa Salsa de Nueva York, cuyos dueños hacen un delicioso "asquerosito" venezolano con ingredientes norteamericanos, teniendo incluso una variante vegetariana.

Este éxito puede explicarse en parte a que la comida venezolana, como toda nuestra cultura, es producto del sincretismo cultural, no solo en el momento de la colonización por parte de los españoles y la inmediata venida de los esclavos africanos, sino también de todas las oleadas migratorias que a lo largo del siglo pasado luego de las Guerras Mundiales trajeron a nuestro país a inmigrantes deseosos de mantener sus costumbres y, asimismo, abiertos a probar las nuestras. Ahora es el turno de los venezolanos de hacerle conocer al mundo el producto de todos estos siglos de intercambio cultural.