Un recorrido por el Camino de los Españoles

Un recorrido por el Camino de los Españoles

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El Camino de los Españoles tuvo sus orígenes con los Caribes, primeros habitantes de la zona conocida luego como Caracas, quienes utilizaban numerosas trochas para desplazarse por las vertientes del Waraira Repano. Oficialmente, la construcción del camino que lleva de Caracas a La Guaira fue ordenada en mayo de 1589 por el Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, Don Diego Osorio, pero se inicia en 1603, siguiendo un sendero indígena conocido como “La Culebrilla”, utilizado originalmente por el mestizo Francisco Fajardo cuando comenzó la conquista del Litoral Central.

Repatriación restos de Simón Bolívar

En el siglo XVI, la ciudad de Caracas era dependiente del Puerto de La Guaira para recibir artículos de primera necesidad, pero la Cordillera de la Costa hacía imposible el transporte de estos bienes. Este Camino fue, en la época colonial, el único enlace entre la ciudad de Caracas, el Puerto de La Guaira y el Litoral Central, sirviendo para el transporte de bienes, personas, alimentos y bienes necesarios para la colonización de Venezuela y, posteriormente para la Guerra de Independencia. Todos estos bienes eran traídos con mulas o en los lomos de esclavos. La única carreta que transitó por el lugar fue la que trajo a Caracas los restos repatriados del Libertador, Simón Bolívar, en 1841 hasta su último lugar de descanso en la Iglesia de la Santísima Trinidad, actual Panteón Nacional. En 1845, el Presidente Carlos Soublette inauguró la Carretera Vieja Caracas – La Guaira, con lo que el Camino de los Españoles fue cayendo en desuso.

A pesar de ser ahora poco transitado, cada 11 de febrero el Camino de los Españoles se llena de fieles que celebran la peregrinación de Nuestra Señora de Lourdes, la cual inicia con una misa a las 5 de la mañana en la Parroquia La Pastora en Caracas. Poco antes de las 6, los peregrinos parten en procesión con la imagen para recorrer los 160 kilómetros del Camino de los Españoles hasta llegar a Quenepe, en Maiquetía, Estado Vargas. Repartidas en el Camino, hay 14 estaciones, donde los fieles paran a rezar y reponer fuerzas.

Castillo Negro

Hoy en día, aún pueden verse restos de algunas de las posadas dispersas a lo largo del Camino y que servían como lugar de descanso para los transeúntes. Asimismo, numerosas haciendas con cultivos de café, entre ellas la Hacienda El Guayabal, que conserva buena parte de la casa colonial, el patio interior y el sótano donde se mantenía a los esclavos. Por otra parte, en el recorrido del Camino también había numerosos fortines que controlaban tanto el sendero como la ciudad de Caracas. Entre ellos destaca el Castillo Negro, construido en 1770 y, a 1500 metros sobre el nivel del mar, tenía una vista privilegiada sobre el Litoral Central. A unos pocos metros, se encuentra también el Castillo de San Joaquín o Fortín de la Cuchilla, edificado en el mismo año, y del que todavía están en pie las paredes exteriores y uno de los aljibes, de cinco metros de profundidad.

Castillo de San Joaquín

Todos estos puntos de interés, entre muchos otros, así como el empedrado original del camino pueden verse aún. Hacer un picnic, caminar e, incluso acampar, son algunas de las opciones que nos ofrece el Camino de los Españoles y sus alrededores para transportarnos en el tiempo y alejarnos de la civilización, estando a unos pocos kilómetros.